lunes, 21 de junio de 2010

"Confusiones de un mundo"

"A lo largo de los 18 años de existencia que hoy tengo, he percibido a un mundo lleno de contradicciones pero a la vez un mundo lleno de cosas bonitas y maravillosas.
Pero debo decir que una de las cosas que más me ha llamado la atención, ha sido la historia, la historia del mundo en el que hoy vivo.
Ésta es una historia común, una historia que hoy, todos compartimos, una historia llena de sangre, llena de victorias para unos y derrotas para otros, un mundo que ha sido influido por factores tanto internos como externos pero principalmente, un mundo que es muy difícil de cambiar, ya que la historia común marcó para siempre la mente de todos los chilenos.
Cuando tenía alrededor de 8 o 9 años, comencé a experimentar ciertas confusiones, pues generalmente mi mundo ha estado rodeado de éstas.
Una de ellas, y que hasta el día de hoy mantengo, es una pregunta difícil, no digo lo contrario, pero a la vez tan sencilla de responder; ¿Qué es lo peor que un ser humano puede hacer?
Una de las respuestas más frecuentes es “coartar la vida del prójimo” o “utilizar la fuerza del poder en beneficio propio”.
Así también lo señalan hechos históricos, como el gobierno dictador de Augusto Pinochet, quién utilizó el poder de coerción de manera radical y perjudicial para todo ser vivo que haya tenido la mala suerte de haber estado en su gobierno.
Sin embargo, para otros, éste fue un tiempo de gloria, un tiempo en el que todas las personas podían disfrutar de un mundo sin peligros, de un mundo organizado de tal forma que todo funcionaba a la perfección.
Históricamente hablando, han existido hasta la actualidad muchas interpretaciones, tales como el documental que tuve la oportunidad de ver en mi sala de clases, el cual mostraba el lado B de la dictadura, que finalmente podría titularse como la realidad más cruda de este tiempo.
Gente corriendo, personas sangrando y un montón de tristeza, desgracia y desesperación abundaban en los rostros de aquellas personas, que buscaban a su gente tal como cualquier ser humano sano haría en éstas circunstancias.
¿Qué hubiese hecho yo si apresan a mi familia sólo por pensar diferente? Creo que hoy no estaría viviendo pues hasta la última gota de sangre habría derramado por mi gente y mi familia.
También existen otros relatos que son consecuencia de esto mismo, de estas experiencias terribles que la gente vivió. Puedo señalar a Enrique Lihn, quién fue un poeta, dramaturgo, novelista, crítico y dibujante chileno, como uno de los ejemplos más concretos de la desesperada actitud de las personas en aquellos momentos pues a través de su relato “Nunca salí del horroroso Chile” deja huella de cómo su vida fue reprimida y coartada por la mala suerte de haber vivido su juventud en aquella época.
Así también, puedo nombrar a Diego Muñoz Valenzuela, un cuentista y novelista chileno nacido en 1956 y quién actualmente es ingeniero civil químico y magíster en Ciencias de la ingeniería, pues a pesar de su tendencia científica, también hizo literatura con este tema.
Dentro de sus relatos, hay uno, llamado “Orden”, el cual me impactó de tal manera que creo, es mi deber, señalar que sus experiencias no debieron ser muy buenas. Este relato marca, para mí, una de las huellas más trascendentales que una dictadura puede dejar, y es la poca hermandad que este mundo posee.
Pues finalmente mis dudas nunca se aclararan, afortunada o desgraciadamente no viví en aquellos tiempos como mi madre o mi abuela, pero sí puedo señalar que todo lo que pasó, históricamente, me deja una sola conclusión; EL MUNDO HA PERDIDO EL RESPETO POR EL HERMANO, EL MUNDO HA PERDIDO LA AMISTÁD Y LOS LAZOS DEL BUEN COMPAÑERO DE AVENTURAS, EL MUNDO HA PERDIDO LA TOLERANCIA Y EL RESPETO PERO POR SOBRE TODO, EL MUNDO A PERDIDO EL AMOR POR TODO LO QUE SE NOS ES ENTREGADO, y lamentablemente, es ese el mundo en el que hoy estoy sumida y vivo, es el mundo que la maldad y la sangre me dejó de herencia. ¿Cambiarlo?...Difícil"




CAMILA MONTECINOS NEGRETE

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